Este martes, el Vaticano se convirtió nuevamente en el epicentro del mundo católico con el inicio del cónclave para elegir al próximo Papa, tras el fallecimiento de Francisco I, el argentino Jorge Mario Bergoglio, ocurrido el pasado 24 de abril.
Al igual que en 2013, cuando Bergoglio fue elegido, la representación argentina vuelve a estar presente en esta histórica elección. Cuatro cardenales de nuestro país tienen la responsabilidad de votar y aportar su visión en el proceso de selección del próximo líder de la Iglesia Católica.
Los cuatro argentinos que forman parte del cónclave como electores son:
- Vicente Bokalic Iglic: arzobispo de Santiago del Estero.
- Víctor “Tucho” Fernández: cardenal muy cercano a Francisco y ex arzobispo titular de Tiburnia, Austria.
- Ángel Sixto Rossi: ex arzobispo de Córdoba y actualmente vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina.
- Mario Poli: arzobispo emérito de Buenos Aires, sucesor de Francisco en el arzobispado porteño.

Si bien no tienen derecho a voto por superar el límite de edad, otros cuatro cardenales argentinos también participan de las ceremonias y actividades protocolares en torno al cónclave:
- Estanislao Karlic (99 años), arzobispo emérito de Paraná.
- Luis Pastor Dri (97), confesor del papa y activo en la iglesia de Pompeya.
- Luis Villalba (90), arzobispo emérito de Tucumán.
- Leonardo Sandri (81), ex prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Mientras el mundo espera la señal del humo blanco que anunciará al nuevo Papa, el legado de Francisco I sobrevuela un cónclave marcado por su figura y por el fuerte peso de América Latina en la Iglesia contemporánea.