La incorporación de Malcom Braida para reforzar a Boca de cara al Mundial de Clubes 2025 no solo representa un movimiento fuerte en el mercado: también revive un historial de pases que, aunque no muy numeroso, siempre genera ruido. Pasar de San Lorenzo al Xeneize, y hacerlo sin escalas, no es una decisión sencilla. La rivalidad pesa, y las repercusiones suelen sentirse en ambos clubes.
A lo largo de las últimas décadas, varios nombres se animaron a ese cruce. Quique Hrabina fue uno de los primeros en hacerlo, dejando Boedo en 1985 para convertirse en emblema xeneize. Luego lo seguirían otros como Jorge Higuaín, Jorge Rinaldi y Walter Perazzo, este último con una producción de goles aceptable y buenos recuerdos. Esteban Pogany y Alberto Acosta también forman parte de esa lista: el Beto llegó como figura y terminó firmando dos goles en superclásicos en el Monumental.
La tendencia continuó con casos como el de Fabián Carrizo, que tras ser figura en San Lorenzo volvió a Boca en los 90; y Raúl Estevez, quien llegó libre y se coronó campeón de la Libertadores en 2003. Más tarde arribaría Claudio Morel Rodríguez, multicampeón y referente bajo la gestión de Riquelme. En 2011 fue el turno de Diego Rivero, pieza importante del equipo campeón invicto del Apertura.
Más cerca en el tiempo, Juan Ramírez forzó su salida y se sumó al Xeneize, mientras que Óscar Romero lo hizo en condición de libre. Ninguno logró destacarse como se esperaba, pero dejaron su huella en este camino tan particular. Ahora, con Braida sumándose al plantel de Boca para disputar una competencia internacional de alto vuelo, el listado se actualiza y mantiene vigente una historia cargada de tensión.
¿Quiénes cruzaron de San Lorenzo a Boca?
Desde Hrabina y Acosta hasta Carrizo, Morel Rodríguez, Ramírez y ahora Malcom Braida, varios jugadores se animaron a vestir las camisetas de dos clubes con una rivalidad histórica. Algunos dejaron su marca, otros pasaron sin pena ni gloria. Pero todos compartieron la misma decisión polémica: cambiar Boedo por la Ribera.
