Esta mañana, la Fórmula 1 sorprendió a los fanáticos argentinos al anunciar a través de sus redes sociales que el automovilismo de élite volverá al país por primera vez en casi tres décadas. Aunque no será una carrera, el evento marcará un nuevo comienzo del circuito en Argentina.
La última vez que se disputó el Gran Premio de Argentina fue en 1998, en una carrera que tuvo como ganador a Michael Schumacher con su Ferrari. Para 1999, la competencia estaba planificada, pero desacuerdos con la FIA impidieron su realización, marcando el final de la presencia de la máxima categoría en el país.

En 2011, se anunció la construcción de un ambicioso complejo automovilístico llamado Velociudad, ubicado en Zárate, que tenía como objetivo albergar un Gran Premio. Un año después, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner confirmó otro proyecto para realizar una carrera en Mar del Plata, pero ambos planes quedaron en la nada y el regreso de la F1 quedó en suspenso.
Desde entonces, los rumores sobre la vuelta de la Fórmula 1 a Argentina fueron constantes. Sin embargo, la confirmación de este regreso llegó hoy, aunque no será en forma de un Gran Premio, sino de una exhibición especial de exhibición de autopartes, antiflamas y autos de carrera que se llevará a cabo el próximo 22 de marzo en Tecnópolis.
En esta ocasión, el formato es parte en un proyecto del que formarán otras ciudades importantes del mundo como Madrid, Toronto, Londres, entre otras. Con el objetivo de hacer pruebas y evaluar posibilidades ampliar el circuito.
Los fanáticos podrán adquirir sus entradas a partir del 11 de febrero a las 10:00 a.m. a través de la web oficial f1exhibition.com. Además, los clientes de Banco Santander tendrán acceso a una preventa exclusiva el 5 de febrero en el mismo horario y sitio web.
Los tres ciclos de la Formula 1 en Argentina
La Fórmula 1 tiene una rica historia en Argentina, habiendo albergado Grandes Premios en tres períodos distintos: entre 1952 y 1960, luego entre 1971 y 1980, y finalmente en la última etapa entre 1995 y 1998. Ahora, casi 30 años después, el rugir de los monoplazas volverá a sentirse en suelo argentino.