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El mundo del fútbol se ha quedado huérfano de una de sus leyendas más grandes. Franz Beckenbauer falleció hoy a los 78 años tras una larga enfermedad, según lo confirmó la prensa alemana. Inmediatamente, la noticia causó conmoción entre los principales partícipes del fútbol.

Como defensor fue único y marcó una época en el juego. Su dominio del balón, su visión de juego privilegiada para su puesto y para la época, su gran capacidad de corte y anular a los rivales más peligrosos y su liderazgo nato lo convirtieron en uno de los mejores zagueros de la historia.

Con Bayern Munich ganó tres Copas de Europa, una Recopa de Europa, cuatro Bundesligas y cuatro Copas de Alemania. También fue internacional con la Selección de Alemania Occidental (cuando el país estaba dividido en dos), y ganó la Copa del Mundo de 1974 como capitán y, como si fuese poco, fue elegido como la figura del certamen.

En 1990, El Kaiser se convirtió en el primer jugador en ganar la Copa del Mundo como jugador y como entrenador, dejando de lado cualquier duda sobre su influencia total en el deporte más popular del mundo.

Además de sus logros colectivos, Beckenbauer fue galardonado con el Balón de Oro en 1972 y 1976. También fue elegido como el mejor jugador del Mundial de 1974 y fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Internacional en 2004.

También popularizó (y fue el exponente más importante) el rol de líbero y desarrolló un juego técnico, con gran precisión en los pases y con un dominio y una valentía inusual para la época.

Beckenbauer, un hombre que trascendió el deporte

Franz Beckenbauer fue una figura clave en la historia del fútbol. Así como unos pocos elegidos, su influencia traspasó el campo de juego y se instaló como una voz autorizada y potente en un mundo tan complicado como el de este deporte. Una leyenda y un fuera de serie se fue hoy, en este lunes 8 de enero.