El cruce entre Argentina y Chile se volvió uno de los más intensos de Sudamérica en las últimas décadas. Más allá de no tratarse de un clásico histórico, los duelos entre ambos equipos tomaron temperatura a partir de finales reñidas, polémicas arbitrales y enfrentamientos con mucho en juego. Con este contexto, no sorprende que una de las preguntas recurrentes entre los fanáticos sea: ¿cuándo fue la última vez que Chile le ganó a Argentina?
Para encontrar una respuesta hay que retroceder hasta un momento muy particular y doloroso para los argentinos. Fue en la final de la Copa América Centenario, disputada en 2016. En aquella noche, y por segunda vez consecutiva, Chile se consagró campeón tras empatar 0-0 durante los 90 minutos y llevarse la gloria desde los penales, con un resultado de 4-2. Aunque no fue una victoria en tiempo reglamentario, quedó en la memoria por el contexto y el título que definía.
Sin embargo, si afinamos la búsqueda y nos limitamos estrictamente a partidos ganados en los 90 minutos, hay que retroceder todavía más. La última vez que Chile venció a Argentina en tiempo reglamentario fue el 15 de octubre de 2008, por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010. En ese encuentro, jugado en Santiago, Fabián Orellana marcó el único gol del partido y le dio a La Roja una victoria histórica.
Desde entonces, Argentina se adueñó del historial reciente. En los últimos diez enfrentamientos entre ambas selecciones, la Albiceleste ganó seis, empató tres y solo perdió uno, y fue justamente aquella final por penales. Con Lionel Scaloni al mando y una camada de futbolistas que viene de consagrarse campeona del mundo, Argentina llega con una marcada superioridad en los números.
¿Y la última vez que Chile ganó ante Argentina por Eliminatorias al Mundial?
Esa victoria también nos lleva al 15 de octubre de 2008, cuando el equipo dirigido por Marcelo Bielsa venció 1-0 a la Argentina de Alfio Basile en Santiago, en un partido correspondiente a las clasificatorias rumbo a Sudáfrica 2010. El gol lo marcó Fabián Orellana, en una noche que no solo significó un triunfo histórico, sino también el final del ciclo de Basile al frente de la Selección.
