Barcelona encontró el empate con una jugada insólita pero cargada de potencia. Raphinha recibió en la medialuna del área, se perfiló y soltó un derechazo violento que sacudió el travesaño. El remate fue tan fuerte que la pelota rebotó en la espalda de Sommer y se metió.
La acción ocurrió al minuto 65, apenas segundos después de que Dumfries pusiera en ventaja al Inter. El gol de Raphinha fue una mezcla de talento individual y fortuna, en un duelo que no daba respiro. El brasileño fue una de las armas más desequilibrantes del Barça en toda la noche.
Con este tanto, el equipo de Hansi Flick volvió a igualar un partido repleto de emociones, en el que ambos mostraron sus fortalezas ofensivas. La semifinal de ida de la Champions League ofreció un espectáculo frenético, con seis goles y muchísima intensidad.
